La cerveza es una de las bebidas alcohólicas más populares del mundo. Sin embargo, en los últimos años, el consumo de cerveza sin alcohol y cerveza 0,0 ha ido en aumento. Un estudio de Cerveceros de España indica que 13% de la cerveza que consumimos los españoles es sin alcohol, y que el 37% de los adultos de entre 18 y 35 años consume cerveza sin alcohol.
Una tendencia que encuentra su sentido si vemos que cada vez la sociedad se cuida más, hace más deporte y busca alternativas de una alimentación cada vez más saludable, tanto en las comidas como en las bebidas.

Además, esto se debe a diversos factores, como el aumento de la concienciación sobre los riesgos del alcohol, la creciente población de personas que siguen dietas o estilos de vida saludables, o la simple preferencia por el sabor de estas bebidas.
¿Es lo mismo la cerveza sin alcohol y la cerveza 0,0?
Muchos consumidores de cerveza piensan que la cerveza sin o la 0,0 es lo mismo. Incluso, la piden por igual, sin valorar las posibles diferencias que en realidad hay entre una y la otra. Para ello, lo mejor es consultar la legislación. Según el RD 678/2016, por el que se aprueba la norma de calidad e la cerveza y de las bebidas de malta, cerveza sin alcohol es aquella cerveza cuya graduación alcohólica sea menor al 1 por 100 en volumen.

Respecto a las cervezas 0,0, este RD no aborda cuál es la graduación máxima permitida. No obstante, entre el sector se ha regulado que sean aquellas cervezas que tengan menos de un 0,05%.
De esta manera, si un día nos decantáramos a ir de cervezas y optamos por las cervezas sin alcohol, si estas tuvieran el máximo permitido por la legislación, o sea 0,9%, podría darse el caso de poder dar positivo en un control de alcoholemia, mientras que con las cervezas 0,0 sería prácticamente imposible.
¿Saben igual las cervezas sin y las cervezas 0,0?
A los consumidores habituados a la cerveza de toda la vida que nos sirven en cualquier bar o restaurante, dar el paso a este tipo de variedades suele suponer un cambio notable porque varía su sabor, puesto que el alcohol le ofrece notas extra de sabor.
Entre estas dos variedades, la cerveza sin alcohol suele asemejarse más al sabor de las cervezas con alcohol, ya que esa graduación mínima que tiene le da unos toques de sabor más natural. Sin embargo, hay que reconocer que las cervezas 0,0 pierden parte de esa gracia.
No obstante, es cierto que en los últimos años se están afinando más los sabores y podemos encontrar algunas variedades de tipo tostadas o con un extra de lúpulo que le aportan matices, acercándose más a los gustos del público.
¿Cómo se elaboran las cervezas sin y las cervezas 0,0?
El proceso de elaboración de este tipo de cervezas es muy similar al que se lleva a cabo con el tradicional. Si lo normal es conseguir primero la malta, cocerla, añadir ingredientes que aporten extra de almidón (arroz, maíz, patata, yuca, doble malta…), lúpulo, y, una vez filtrada, dejarla madurar con las levaduras, volver a filtrar y embotellarla, estas tienen algunas singularidades.
Normalmente, la elaboración de la cerveza sin alcohol suele tener una temperatura de fermentación menor para conseguir que el alcohol que se desarrolle sea inferior.

El proceso de la cerveza 0,0 suele ser un físico, en el que, una vez obtenida la cerveza que normalmente se fabrica, su temperatura se eleva a 75ºC para eliminar el rastro de alcohol. Esto, en ocasiones, produce cierta alteración del perfil de los sabores, por lo que algunas marcas suelen añadirles ingredientes que habitualmente no llevan las cervezas con alcohol.
Sea como fuere, este tipo de bebidas cada vez tienen más adeptos, especialmente entre el público joven, que buscan alternativas más saludables que se ajusten a sus estilos de vida. Por suerte, vemos cómo la industria cervecera se ha dado cuenta de que es importante dar un producto de calidad a este perfil de consumidores y encontramos en el mercado cada vez más marcas con un resultado de calidad muy óptima.
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