Todo el mundo que haya dedicado a elaborar cerveza alguna vez cerveza sabrá que el momento de la fermentación es clave para que el resultado final sea el que queremos conseguir. En esta parte del proceso hay que estar muy atentos para que las levaduras no se descontrolen, que estén a la temperatura correcta para evitar que mueran y dejen de producir tanto el anhelado alcohol y como los matices que van a terminar perfilando nuestra cerveza.
Y si hablamos de la fermentación, una de las cervezas que necesitan un protagonismo especial esas son las cervezas lambic, un tesoro de la cultura cervecera belga que se caracterizan por tener una fermentación espontánea, y son conocidas por su acidez refrescante y compleja. Su origen se remonta a la época medieval, cuando, precisamente la fermentación espontánea era la norma cuando se elaboraba cerveza. En la actualidad, este estilo único se elabora en una región específica de Bélgica, el valle del río Senne, utilizando levaduras salvajes presentes en el aire.
Un legado histórico
Las primeras referencias a las lambic datan del siglo XIII, aunque se cree que su producción se remonta mucho más atrás. Durante siglos, estas cervezas fueron una bebida popular en las zonas rurales de Bélgica, y no fue hasta el siglo XIX cuando comenzaron a ganar reconocimiento a nivel nacional e internacional.
Marcas que marcan la diferencia
Hoy en día, existen diversas marcas que producen lambic, algunas de las más reconocidas son:
- Timmermans: Pioneros en la producción de lambic, con una amplia gama de estilos, incluyendo Oude Kriek y Faro.
- Drie Fonteinen: Famosos por sus lambic de alta calidad y sus métodos tradicionales de elaboración.
- Girardin: Una de las últimas cervecerías lambic independientes, que ofrece cervezas sin filtrar ni pasteurizar.
- Mort Subite: Conocidos por su lambic Kriek, una cerveza lambic con cerezas.
Maridaje perfecto
Una de las cuestiones que más preguntas puede suscitar es cómo deleitarse con estas cervezas. Porque, aunque siempre está la posibilidad de tomarlas solas, bien es cierto que a veces este tipo de cervezas se van a disfrutar mejor, así que aquí damos algunos consejos con productos muy típicos de la gastronomía belga, pero que son fáciles de conseguir en cualquier lugar.
- Gueuze con mejillones al vapor: La acidez de la Gueuze contrasta perfectamente con la frescura y el punto salino de los mejillones, creando una experiencia deliciosa. Es un gran maridaje de contrastes.
- Kriek con postres de chocolate: El carácter frutal y ácido de la Kriek complementa de manera sublime el dulzor del chocolate, ideal para finalizar una comida con estilo.
- Drie Fonteinen: Una cerveza que podrás disfrutar con unas costillas de cerdo, gracias a la complejidad y robustez de esta cerveza que armoniza con los toques ahumados y dulce de la salsa barbacoa.s de cerdo a la barbacoa.
- Girardin: Para degustarla con un entrante, como una ensalada de queso de cabra y frutos secos. Los toque ácidos y frutales armonizan con los la receta de esta ensalada.
- Mort Subite: Cerveza ideal para tomar con postre, como una tarta de manzana, ya que la suavidad y la ligereza de la Mort Subite complementa con el dulzor de la manzana y la canela.
Las cervezas lambic son una experiencia única que te transporta a través del tiempo y la tradición cervecera belga. Atrévete a explorar su acidez y complejidad, y descubre un mundo de sabores sin igual.
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