Si la pandemia del Coronavirus fuera una moneda estaría lejos de tener solo cara y cruz. Esta sería una moneda poliédrica, con muchas caras o aristas. Quizás sería parecida a un icosaedro, esa extraña figura de veinte caras triangulares. Una de ellas, evidentemente, tendría dibujada las fatales consecuencias que conlleva este virus. Otra podría ser la de la responsabilidad de los cautos. También tendría impresa la de la solidaridad, como esos vecinos que deciden comprar la comida a quienes deben de permanecer en casa. La de los afectados de los ERTE. O los hosteleros que no saben cuándo abrirán. Igualmente estaría impresa la de los profesores que acuden a su puesto de trabajo con temor… Y, por supuesto, la de aquellos que arriman el hombro a cambio de nada, tal y como están haciendo muchas cerveceras desde el momento inicial de la pandemia hasta ahora.
Tenemos gran cantidad de ejemplos de los que sentirse orgullosos. Por ejemplo, a nivel nacional el gigante Mahou-San Miguel ha realizado a lo largo del año el Plan de Apoyo Global a la Hostelería con el que han sacado adelante iniciativas como la aportación adicional de cerveza y agua para sus clientes a la hora de reabrir la actividad laboral, que se traduce en la nada desdeñable cifra de 75 millones de euros. También han puesto en marcha la plataforma web Ahora Más Que Nunca para llevar a cabo una financiación colectiva con la que los ciudadanos podrán realizar donaciones que van dirigidas a la hostelería. Una idea que tiene un calado muy humano en la que todos pueden arrimar el hombro.
Además, la ayuda de este grupo cervecero también está dirigida a que el servicio de los bares y restaurantes sea seguro tanto para los trabajadores como para los parroquianos. Han colaborado con medidas para la higienización de las instalaciones o el reparto de material preventivo (mascarillas, hidrogeles…). Todo ello con el objetivo de conseguir minimizar las consecuencias de las medidas que se están tomando y que afectan directamente al sector. «El futuro es incierto y sabemos que la salida de esta crisis llevará tiempo, pero tenemos claro que para superarla se necesita el apoyo de todo empresas», señalan desde Mahou-San Miguel a Vamos De Cervezas.

Otro aspecto que esta multinacional ha tenido en cuenta es que con las medidas propuestas por parte de los gobiernos regionales y central, el uso de las terrazas ha aumentado respecto al interior (de hecho se ha restringido su uso). Por eso, de cara al invierno han provisto a los establecimientos de diferentes materiales para acondicionar esos espacios públicos abiertos.
«Tenemos claro que para superar la crisis se necesita el apoyo de todo empresas»
Mahou-San Miguel
A nivel autonómico también es notable el esfuerzo que hacen las cerveceras tradicionales ligadas a sus territorios. Uno de los grandes ejemplos podemos encontrarlo en Aragón y la centenaria Ambar, que ha creado el sello Plataforma 0,19 (al que se han adherido empresas como Bodega Pirineos, Cafés El Tostadero, Bodegas Ainzón o Grandes Vinos, entre otros) con el que han puesto en circulación cerca de dos millones de botellines con este distintivo. Así, de cada cerveza que se consuma se destinarán 0,19 céntimos a ayudar a los hosteleros más vulnerables. «Todos somos agentes activos en la recuperación económica», explica el director de comunicación de Ambar, Enrique Torguet, quien, además, nos recuerda que con esta acción todos podemos ayudar: «Un simple gesto de consumo contribuye a mantener empleos, en nuestro caso, de la hostelería». Y en este caso es tan fácil como levantar la mano y decir: «¡Camarero, por favor, otra Ambar de estas!».
Hay que añadir que también han adelantado 146.000 euros al fondo de emergencia que han creado para ayudar a unos 400 bares con ayudas de 400 euros para que puedan afrontar los gastos ordinarios, por ejemplo la Seguridad Social, suministros, pago del local… Todo ello con el objetivo de que «ningún pueblo ni barrio de Aragón se quede sin bar», señala Torguet.

La gran labor de las cerveceras artesanas
También encontramos grandes ejemplos de solidaridad con cerveceras más pequeñas, como es el caso de Cervezas Arriaca, referente en el sector de las cervezas artesanas. Desde que se ha abierto el cierre de los locales no han dudado en reponer los barriles pinchados antes del confinamiento de los clientes que han confiado en esta joven marca ubicada en el Corredor del Henares, en Guadalajara. Además, cuando se produje el cierre casi absoluto de la actividad no dudaron en poner a disposición de las autoridades sanitarias el alcohol con el que contaban para la elaboración de productos como el hidrogel, recuerdan.
«Nuestro objetivo es que ningún pueblo ni barrio de Aragón se quede sin bar».
Enrique Torguet, director de comunicación de Ambar.
En Toledo, La Sagra también está ayudando al sector ofreciendo más de 180.000 litros de cervezas gratis, lo que supondría un millón de euros en cerveza.
Pero además, desde la Asociación Española de Cerveceros Artesanos Independiente (AECAI) también han arrimado el hombro con la puesta a disposición de EPIs, productos de desinfección, puesta a disposición de la UME y Cruz Roja Madrid de instalaciones de los socios… Por si fuera poco, entre otras más acciones, ha elaborado una guía realizada para la solicitud de los ERTE.
Muchas de estas acciones se han tomado por el simple hecho de conseguir que todos tengamos al alcance un sitio donde disfrutar con los nuestros con cabeza y responsabilidad, donde brindar, donde llorar penas, donde celebrar, donde compartir las experiencias y nuestros días. Por eso, cuando se pida la siguiente ronda habrá que pensar en todos los que han formado parte de ese icosaedro y de quiénes han hecho también posible que podamos brindar estas navidades con todas las medidas de seguridad necesaria. Por todos ellos, que vaya la siguiente ronda y cuando sea necesario nos vamos de cervezas.