Llega el mes de octubre y con él una de las grandes citas de los amantes cerveceros: la fiesta de la cerveza. Uno de los grandes eventos que todo amante de la malta y del lúpulo no se puede perder. Sin embargo, ¿te has parado a pensar cuál es el origen de la tan famosa Oktoberfest? La respuesta es muy sencilla y tiene hasta su punto romántico y todo.
Para hablar del nacimiento de la Oktoberfest hay que remontarse al 12 de octubre de 1810 y trasladarse hasta la ciudad alemana de Munich. El evento clave fue una boda, la de Luis I de Baviera y Teresa de Sajonia y Hildburghausen. La idea era hacer una especie de boda gitana, pero en versión alemana, así que decidieron invitar a todo el pueblo al evento en las praderas que, posteriormente y en honor de la futura reina, llamaron Theresenwiese (hoy en día es pleno centro de la ciudad, ya que la estación central de Munich, la München Hauptbahnhof). La celebración duró cinco días y contó con varios eventos, incluso con carreras de caballos. Todo para el gran disfrute del pueblo.
La fiesta que se organizó gustó tanto que al año siguiente volvieron a repetir el evento, especialmente el tema de la carrera de caballos, que se repitió hasta 1960. Aunque inicialmente el tema del consumo de cerveza no era protagonista, poco a poco la popularidad se hizo cada vez más notable y, al igual que fue consiguiendo más adeptos, la cerveza fue adquiriendo un papel más protagonista, convirtiéndola en una celebración internacional que se conmemora en todos los puntos el planeta con esta bebida como pilar fundamental. Las únicas veces que no se ha celebrado han sido durante los periodos de entreguerras.
Las cervezas que se sirven aquí, en la Oktoberfest de Munich, no son las que uno se puede tomar en cualquier bar de la ciudad un día cualquiera, al contrario. Son cervezas de edición especial y que se realizan según la Ley de Pureza Alemana, la Reinheitsgebot, de 1516, la cual establece una forma determina de elaborar y los ingredientes que se deben utilizar. Incluso, hoy en día es posible encontrar ciertas cervezas en el mercado etiquetadas como Oktoberfestbier.